El platillo Zildjian K Sweet Ride de 23" desata un mar de matices ricos y brillantes, perfecto para bateristas que buscan un sonido emotivo y expresivo. Forjado a partir del legendario bronce B20 de Zildjian, esta belleza martillada a mano canta con matices oscuros y ahumados y un sostenido aterciopelado. El peso medio delgado y las técnicas de torneado tradicionales dotan al K Sweet Ride de una sensación flexible y receptiva que se adapta a tu forma de tocar. Una campana articulada atraviesa la mezcla con claridad mientras el arco ofrece un lavado de armónicos complejos. Para rock, jazz o géneros sinfónicos, el K Sweet Ride aporta una exuberante musicalidad a tu kit.
Martillado de inspiración vintage
Zildjian fabrica platillos a mano desde 1623, y sus técnicas consagradas brillan en el K Sweet Ride. El martilleo tradicional le da a este juego una variedad de matices oscuros y brillantes con un toque de basura que recuerda a los platillos antiguos. La superficie martillada también permite que el K Sweet Ride se abra dinámicamente debajo de la baqueta, brindando a los bateristas un instrumento expresivo que colorea fuera de las líneas.
Campana articulada, lavado de terciopelo
Una campana enfocada y penetrante proporciona una definición cortante para trabajos rítmicos complejos o paseos melódicos. El peso medio-fino y el arco ancho y sin tornear ofrecen un toque de matices ahumados con un sostenido largo y aterciopelado. Los bateristas pueden reproducir una variedad de timbres, desde un trueno hasta un susurro silencioso. Con una sensación flexible y receptiva, el K Sweet Ride adquiere el carácter de tu forma de tocar.
Voz musical versátil
Igualmente en casa en entornos de rock, jazz, orquestal o música mundial, el K Sweet Ride aporta una exuberante musicalidad a cualquier batería. Su rica variedad de armónicos complejos permite a los bateristas crear sonidos emotivos y conectarse a un nivel más profundo. Junto con una definición de baqueta nítida y articulada, el K Sweet Ride fusiona potencia y matices en un solo platillo. El K Sweet Ride ofrece a los bateristas una voz versátil y conmovedora.
