K Sweet Crash de Zildjian aporta su experiencia centenaria en la creación de bronce musical a los bateristas que buscan un crash oscuro y complejo. El K Sweet Crash está fabricado con la aleación de bronce B20 patentada por Zildjian utilizando técnicas tradicionales como el martillado manual para producir un platillo que canta con armónicos. Extraordinariamente delgado y torneado solo en la parte superior, este crash tiene una campana sin tornear que proporciona un crash melódico y penetrante con una respuesta rápida y un decay adaptados al rock, el jazz o los escenarios orquestales.
Un toque aterciopelado del bronce martillado
Martillar y enrollar a mano el bronce B20 extra fino le da al K Sweet Crash una calidad aterciopelada con un lavado de matices oscuros y brillantes. Golpearlo en el borde provoca un choque sedoso con una caída rápida, mientras que la campana sin tornear proporciona un tono más penetrante con matices resonantes que persisten.
Tonos complejos para estilos sofisticados
La complejidad musical del K Sweet Crash lo hace ideal para géneros donde se valoran los matices y el color. Su cualidad oscura y temperamental se adapta al rock o al metal, mientras que su sensibilidad y rápida respuesta permiten a los bateristas de jazz o fusión ejecutar ritmos intrincados y notas fantasma. Los percusionistas y músicos de orquesta apreciarán sus matices melódicos y cantados para agregar profundidad y textura.
Un platillo para cualquier configuración
El K Sweet Crash tiene el tamaño para complementar una amplia gama de configuraciones de batería, desde kits de jazz minimalistas hasta conjuntos de rock colosales. Combínalo con otros platillos K Zildjian como el K Sweet Ride o el K Custom Hybrid para obtener una paleta coordinada de sonidos, o combínalo con platillos de otras series para crear tu propia combinación única de colores tonales.
